Pese a ello, la gran repercusión que arrastraban ambos clubes conllevó a un seguimiento cada vez mayor hasta extenderse fuera de las fronteras del país. La imagen de ambos clubes se vio afectada además por la creación de los grupos ultras, algunos de los cuales se convirtieron en hooligans -anglicismo usado para referirse a seguidores de fútbol que en ocasiones provocan vandalismo y altercados-.