En 1936 y nada más comenzar la guerra, un incidente enturbió las relaciones de ambos clubes cuando, en vista de las dificultades insalvables que sufría el Madrid para competir dada la cercanía del frente, al exportero y dirigente del club Pablo Hernández Coronado, de acuerdo con el entrenador del Barcelona, Paco Bru, se le ocurrió la idea de inscribir al Real Madrid en el Campeonato de Cataluña. Suñol fue fusilado en agosto de 1936 y Sanchéz-Guerra, que se negó a abandonar la ciudad, fue encarcelado tras la caída de Madrid y debió marchar después al exilio.