«Confieso que no soy muy aficionada a ese tipo de plataforma: me cuesta comprender cómo algo que compraste por 1.000 euros tengas que malvenderlo por 400, o algo que compras en Zara por 50, allí valga 20», argumenta, «creo que hay un problema de confusión entre el valor de las cosas y el precio de las mismas, y yo defiendo el valor sobre el precio.